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Un 91% de la sociedad española, dispuesta a cambiar sus hábitos para actuar frente al cambio climático

Un 91% de la sociedad española, dispuesta a cambiar sus hábitos para actuar frente al cambio climático

La sociedad española avanza ante el reto del cambio climático, y transita hacia la madurez que implica un consumo responsable. No obstante, queda aún camino por recorrer, especialmente en la actuación de empresas y administraciones, a quienes la sociedad reclama el liderazgo en la transformación ecológica de nuestro país. Así lo revela el estudio Los españoles ante el cambio climático; hábitos retos y oportunidades, informe promovido por ENGIE España y realizado por GAD3 sobre una muestra de 3.600 encuestas en toda España.

A raíz del estudio, IE University a través del Centro de Ciudades Sostenibles ha elaborado un White Paper con la interpretación de los datos, donde destaca que “el consumidor español está preparado para afrontar el reto del cambio climático, ya que tiene la actitud y el conocimiento”. Además, el estudio plantea una evolución del consumidor a ciudadano responsable, que es clave para entender el rol que empresas como ENGIE, pueden jugar en la transformación ecológica.

El informe realizado por GAD3 revela que sólo el 7% de la sociedad española no está dispuesta a cambiar sus hábitos para luchar contra el cambio climático, frente a una rotunda mayoría (el 91%) que sí lo está. Además, posee las herramientas para hacerlo ya que el 75% reconoce disponer de información sobre este fenómeno, especialmente los menores de 45 años.

Mayoritariamente (tres cuartas partes), la sociedad española afirma haber adoptado nuevas conductas para mitigar el cambio climático en los últimos años, especialmente en Aragón y en Castilla y León, que lideran el paso hacia una conducta más respetuosa con el medio ambiente.

Uno de los datos más llamativos es que un 57% de los encuestados muestra su disposición a pagar más por un producto sostenible. El perfil de español más predispuesto a este cambio en su hábito de consumo responsable es el de los jóvenes, residentes en entornos urbanos y en hogares con ingresos mensuales superiores a los 2.400 euros.

En este sentido, los ciudadanos priorizan la inversión en automoción y en alimentación que incorpore criterios sostenibles en detrimento de la ropa o el turismo, especialmente entre los habitantes de entornos urbanos mayores de 30 años.

La reducción en el uso de plásticos es la principal medida adoptada por los españoles, seguida del reciclaje y del uso de formas alternativas de movilidad. Los jóvenes optan, en mayor medida, por formas de movilidad alternativa y por el uso de electricidad procedente de energías renovables, mientras que los mayores prefieren el reciclaje y la mejora de la eficiencia energética en su vivienda.

Además, los españoles residentes en pisos o apartamentos optan por iniciativas en el día a día como el reciclaje, o la reducción en el consumo de plástico. Por el contrario, los residentes en viviendas unifamiliares o adosados se muestran más partidarios del uso de energías renovables y de mejorar su eficiencia energética.

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Sobre los efectos de la pandemia en la modificación de los hábitos hacia un consumo responsable, el 60% de los encuestados estima que el COVID ha actuado como acelerador y son optimistas en cuanto a la permanencia de estos nuevos hábitos. Las generaciones más jóvenes y los habitantes de zonas urbanas son los principales defensores de nuevos patrones.

En el caso de las empresas, sólo el 18,6% de los ciudadanos entiende que prestan más atención a la necesidad de hacer frente al cambio climático a causa de la pandemia. Esto confirma que la concienciación de la sociedad respecto a la Acción por el Clima ya era grande antes de la pandemia y esta ha sido un acelerador.

Estos datos ponen de manifiesto la necesidad de afrontar con decisión este reto con nuevas estrategias más concretas y ambiciosas. También confirman la necesidad de atraer mayores inversiones al sector renovable, y de abrir, al mismo tiempo, puertas a fórmulas de colaboración público privadas innovadoras para fomentar nuevos modelos y usos de la energía.

En opinión de Loreto Ordóñez, CEO de ENGIE España, “con este estudio ENGIE quiere contribuir a impulsar la concienciación sobre el gran reto que supone el cambio climático. Sociedad, empresas y administraciones debemos abordar, de forma conjunta, un nuevo paradigma para acelerar la transición hacia un mundo neutro en carbono, que es el principal propósito de ENGIE. Los ciudadanos, con sus hábitos del día a día, y las empresas por su capacidad de innovación y de transformación de las sociedades, se sitúan a la vanguardia de este reto”.

Responsabilidad individual de la sociedad española frente al reto climático

Pese a que el 68% de los encuestados considera que la principal causa del cambio climático es la actividad humana, solo el 12,9% opina que los comportamientos individuales son una de las principales causas.

Los jóvenes reflejan una mayor concienciación en la responsabilidad individual, y observan mayor impacto en el uso de vehículos contaminantes que en las emisiones procedentes de actividades industriales.

Específicamente, la mayor parte de la población de España (dos tercios) relaciona el cambio climático con el deshielo de glaciares y la subida de las temperaturas, mientras que casi la mitad de los españoles lo vinculan con catástrofes naturales. En las comunidades del interior con entornos más rurales, especialmente en Aragón y Castilla la Mancha, la subida de temperaturas es el principal impacto. En lugares más verdes y menos industrializados como Galicia y Asturias, es mayor la preocupación por la deforestación.

Además, tres de cada cuatro españoles relacionan perfectamente los gases de efecto invernadero con el CO₂ y con otros gases con potencial de calentamiento atmosférico. El perfil con mayor nivel de estudios es el que arroja un mayor conocimiento sobre estos gases.

El 58% de los españoles, especialmente los menores de 45 años, estima que el uso de la tecnología puede contribuir a reducir la contaminación, aunque sea a largo plazo.

 

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La responsabilidad de los sectores energético e industrial

El estudio revela también que la sociedad española pasa la palabra y la responsabilidad de acción al sector energético y a la Administración estatal a la hora de fomentar nuevos proyectos y usos de la energía que contribuyan a una mayor sostenibilidad.

Los ciudadanos consideran que es el sector energético es el que debe liderar el cambio hacia una industria más sostenible, seguido del transporte y de los sectores agroalimentario y químico.

Para el 90% de los encuestados el consumo de energía renovable en el sector industrial es la medida que más contribuye a la sostenibilidad, seguido de cerca por la eficiencia energética (87%) y la valorización energética de residuos (77%)

Por otra parte, el 88% de los encuestados considera que las administraciones públicas deben priorizar la crisis medioambiental a la hora de tomar decisiones. Para el 70%, la actuación debe facilitarse mediante planes nacionales y, en segundo lugar, con la puesta en marcha de modelos productivos sostenibles desde las empresas, que dispongan de incentivos para la reducción de emisiones y para la implementación de estrategias de descarbonización (64%).

La instalación de energías renovables en edificios públicos y el alumbrado tipo LED son las iniciativas más demandadas en los municipios españoles, seguidas del aumento de áreas verdes y del uso de transportes públicos eléctricos o híbridos.

Paralelamente, uno de cada tres españoles ve necesario un sistema educativo que fomente la sostenibilidad y conciencie del cambio climático a las nuevas generaciones.

Las claves según el Center for Sustainable Cities de IE University 

Manuel Pérez Romero, director del Centro de Ciudades Sostenibles de IE University, plantea que la población española está preparada para afrontar el reto del cambio climático, ya que ha desarrollado una conciencia ecológica, que le permite tener la actitud y el conocimiento. Además, resalta dos hechos contrapuestos: por un lado, la alta disposición de los ciudadanos a cambiar sus conductas para mitigar el cambio climático y, por otra parte, que una gran mayoría de la población considere aún que las conductas individuales tienen un impacto mínimo en el cambio climático, cuando está demostrado que más de la mitad de las emisiones globales de Gases de Efecto Invernadero (GEI) están vinculadas de forma directa o indirecta con el comportamiento humano. Estos datos ponen de manifiesto que “la sociedad no sólo está preparada, sino que demanda de las empresas y de la administración pública, mecanismos que sean capaces de acelerar el proceso de transición ecológica.”

Asimismo, pone de manifiesto la oportunidad que tiene el sector energético para liderar la sostenibilidad, así como el rol del sector educativo para lograr un enfoque más sostenible a través del conocimiento.

El perfil que arroja la encuesta hoy es el de una sociedad que apuesta por vivir en ciudades sostenibles, eficientes energéticamente, con zonas verdes y transporte público eléctrico, lo que abre la puerta a realizar la transición del consumidor tradicional al ciudadano responsable a partir de cuatro variables: hábitos, educación, percepción y acción política para el cambio.