Cómo las microrredes mejoran Centros de Datos y comunidades
En el esquema energético tradicional de un Centro de Proceso de Datos, el suministro eléctrico es uno de los aspectos más costosos. En concreto, muchos centros de datos siguen utilizando sistemas de respaldo basados en combustibles fósiles, lo que dificulta alcanzar los objetivos de cero emisiones del sector.
También suponen un coste añadido desde el punto de vista económico. Requieren una inversión elevada, tanto en CAPEX como en OPEX. Su única función es mitigar el riesgo ante fallos de suministro eléctrico, ya que no están pensados para operar de forma continua.
Una forma de afrontar este reto es mediante el uso de microrredes locales en los Centros de Proceso de Datos. Estas permiten alinear varios objetivos clave: reducir emisiones mediante energías renovables, garantizar una alta disponibilidad y mejorar la eficiencia económica del sistema energético.
Este nuevo modelo energético es una forma de resolver los retos de sostenibilidad. Proporciona una mayor disponibilidad y se abordan retos más amplios, como volverse ecológico a la vez que se aporta valor al vecindario y a toda la ciudad.
Aunque una microrred se implemente para cubrir, principalmente, las necesidades energéticas de un Centro de Proceso de Datos, también puede actuar como proveedor local de energía y servicios. Esto permite generar valor adicional para el negocio, como por ejemplo:
Una microrred local que combine fuentes renovables con sistemas de almacenamiento puede convertirse en una pieza clave de un sistema energético libre de emisiones, beneficiando tanto al Centro de Proceso de Datos como a las comunidades cercanas. Además, en ubicaciones donde conectarse a la red nacional no resulta viable —por motivos técnicos, económicos o políticos—, puede ser la única alternativa para garantizar un suministro energético sin emisiones de carbono.
